Como siempre la entrega de premios de la academia tiene sus bemoles todos los años, este en particular tuvo una historia de lucha y una resurrección cortada.
La historia de lucha la explicare más a fondo en un siguiente post, (de cómo una película, independiente sin grandes nombres llego a ganar 8 estatuillas, solo por que dejaron trabajar al director a sus anchas por su trayectoria).
Pero lo que me ocupa hoy es un poco mas drenar mi ira hacia lo que considero una injusticia, el Oscar de mejor actor. Durante el año pasado y más concretamente después del festival de Toronto, estuve leyendo excelentes críticas sobre las actuaciones de Mikey Rourke y Sean Penn con sus respectivas películas y como una me llamaba más la atención que la otra, me dispuse a ver a Mr Rourke.
Mi sorpresa fue mayúscula, nunca en mi vida pensé que un actor que simplemente fue otra promesa desvanecida podía llegar a los niveles de esa interpretación, conociendo un poco el background de el actor ( Rourke fue boxeador , antes y después de su explosión en los 80) y sabiendo además que es un actor de método, era predecible esperar una buena interpretación, pero nada como lo que vi, en la película la actuación se desdobla de tal manera que es imposible no encariñarse con el personaje y menos comprender su dimensión, la que solo le puede dar alguien de ese calibre, el luchador es a veces perdedor, a veces monstruo y siempre un gran niño atrapado en la promesa de su amor por su trabajo, debatiéndose aun en el ocaso de su carrera entre el suicidio o entrar definitivamente en el “mundo real” que todos vivimos.
Solo basta con ver unas cuantas escenas para comprender el calibre artístico desplegado por el sr Rourke.
Cuando, viéndose derrotado, decide finalmente aceptar el trabajo en el mostrador de la carnicería y camina hacia este por primera vez, entre recuerdos sonoros de épocas pasadas, vemos la duda y el miedo manifestarse, ¡aun cuando la toma es de espaldas a la cámara! Para luego ver el contraste al final de la película, antes de entrar al ring, caminando hacia lo que muy posiblemente sea su muerte segura, con confianza y aplomo, de nuevo de espaldas.
Por otra parte tenemos al Sr Penn , el cual hemos venido acostumbrándonos a sus increíbles actuaciones , técnicamente impecables, no se pone en tela de duda su calidad como actor , pero es bueno recordarle a usted querido lector que el Oscar premia la mejor actuación del año, no al actor más consistente de los últimos 5 años, la verdad la actuación no tiene desperdicio, pero no está al nivel de otras actuaciones del Sr Penn que pasaron terriblemente inadvertidas ( véase I am sam).
Hasta ahora y considerando el comportamiento de la academia, pareciese que se tratase de un empate técnico y que la balanza se hubiese podido inclinar hacia cualquier lado, pero hay algo que analizando la tendencia de la academia en los últimos 10 años, me llena de suspicacia y me hace molestar.
La academia tiene la particularidad de promover el pensamiento reflexivo del espectador, algo que no he objetado en el pasado, analizando un poco tenemos, holocaustos, guerras mundiales, segregaciones a personas de color y a homosexuales, todos reconocimientos merecidos en lo que cabe de criticable, por el clima global que se vivía en cada temporada.
Una vez puesto esto claro viene mi reflexión, como sabemos , nuestro apreciado Sr Penn, siempre ha sido digamos poco comedido en sus declaraciones, es un ferviente promotor de todo lo que él considera correcto, lo cual no es malo y hasta se ha vuelto necesario en la estrella de Hollywood moderna, así que digamos que si lo pusiésemos al frente de un micrófono , observado por quien sabe cuántos millones de personas y conociendo su opinión respecto a determinado tema , pues no sería ilógico pensar que nuestro querido amigo aprovecharía la oportunidad, ¡cualquiera lo haría!
Y que mejor oportunidad de hablar que esta, sobre todo sabiendo que hace pocos meses el estado de california (donde se encuentra Hollywood) prohibió los matrimonios entre parejas del mismo sexo por consulta popular , además de que no es secreto para nadie que entre las personas que habitan Hollywood se encuentra una gran cantidad de Gays de closet (que no lo critico ni lo repudio de ninguna manera ) porque aun como sociedad global, no hemos madurado lo suficiente como para aceptar esta condición entre nuestros queridos famosos.
Entonces Sres. de la academia que es más importante, ¿reconocer el mejor trabajo del año? O ¿hacer ver sutilmente su posición con respecto a un punto del debate político actual de su estado?
La verdad me gustaría ver que el año que viene admitan su error y le den al sr Rourke su Oscar por lo que sea que haga no importa lo malo que sea, como también han hecho en el pasado (saludos cordiales al sr Rusell Crowe el sabe lo que digo), pero una parte de mi desea que haga una comedia de jack black, eso me gustaría verlo…
1 comentario:
Coincidimos plenamente, amigo Gabo.
Miky estuvo fabuloso, sencillamente magistral. Sólo por las lágrimas que me arrancó merecía el Oscar...
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